Soy afiliado de Equo desde 2011. Tras más de 2 años participando en este partido político, me gustaría registrar para mí mismo, y para otros a los que pudiera resultarles de interés, los motivos por los que sigo y seguiré comprometido con Equo.
Equo es el único partido verde (o ecologista) de ámbito estatal, el referente en España del Partido Verde Europeo. Desde que tengo uso de razón, el ecologismo ha sido quizás lo único inalterable de lo que podríamos llamar ideología personal, a menudo difícil de definir para personas pragmáticas y adaptables al medio como un servidor.
Blanco y en botella, cuando por fin aparece una opción política alineada al 99% con lo que uno tiene en la cabeza, participar en ella, financiarla y votarla es una decisión sencilla.
Y podría finalizar así, pero me gustaría añadir algo más de detalle, para poder leerlo cuando mi memoria falle. En concreto, 3 motivos fundamentales relacionados con:
Quién: Juantxo Uralde
No hay organización sin liderazgo y, para los seres humanos -seres sociales-, esto implica pensar en una persona con cara y ojos, un referente.
El liderazgo en Equo es compartido y paritario, pero para mí, su imagen sigue ligada de forma indivisible a uno de sus actuales co-portavoces y fundador: Juantxo Uralde.
Activista ecologista desde los 80, sin pasado político, fue retenido 19 días en una cárcel danesa por «colarse» en la cena de gala de la Conferencia sobre el Cambio Climático, y exponer una pancarta que rezaba: «Los políticos hablan, los líderes actúan».
No tener miedo a actuar, poniendo en riesgo su libertad, por defender ideales compartidos, es para mí un claro ejemplo de liderazgo y compromiso social, suficiente por sí mismo para dotar a un grupo de personas de la ética y cultura de organización adecuada.
Qué: Ecología Política
A día de hoy, gran parte de la población es consciente de que el modelo actual de desarrollo, basado en el crecimiento exponencial (consumo infinito de recursos finitos), no es sostenible: ni económica, ni social, ni medioambientalmente.
Sabemos que no podemos seguir viviendo con el modelo de consumo capitalista de crecimiento exponencial. No es físicamente posible. Nos guste o no, habrá que cambiar y adaptarse a algo diferente, y mejor empezar cuanto antes.
En mi opinión, parte de la solución al obligado cambio de modelo pasa por la ecología política. Nadie tiene la respuesta mágica a cómo deberíamos evolucionar desde el modelo actual. Sin embargo, parece de sentido común tomar como punto de partida el respeto por los límites de crecimiento del planeta, ligado también a la sostenibilidad económica y social.
Cómo: Democracia participativa, independencia y apertura
Y sobre todo, el cómo. Aunque los pragmáticos somos más de fondo y menos de formas, en estos tiempos de desafección social hacia los políticos, el cómo, las formas, son primordiales.
La política, o gestión de lo común, es necesaria. Los políticos son personas. Y las personas se relacionan entre ellas en base a la confianza. Debemos reconstruir esa confianza, apostando por representantes cuya prioridad sea el bien común antes que el propio.
Hay muchas ideas sobre cómo recuperar la confianza sociedad-políticos, pero las ideas no tienen ningún valor hasta que alguien las pone en marcha. El diablo están en los detalles. Y aquí es donde Equo destaca, con hechos constatables en pro de un cambio del cómo:
- Democracia participativa, democracia directa.
A través de la iniciativa Congreso Transparente, por la cual todos hemos tenido la oportunidad de votar en el Congreso de los Diputados.
Adiós a las votaciones cada 4 años, adiós a los cheques en blanco. Hola a la corresponsabilidad y a la participación, hola a la capacidad de decisión.
- Independencia.
La financiación, de donde viene, importa. Si un banco decide prestarle dinero a un partido, o aún más, le condona una deuda, cuenta. Si una multinacional financia a un partido, de forma legal o ilegal, cuenta.
Lo hemos sufrido: Los partidos políticos financiados por bancos y multinacionales, gobiernan en primer lugar para sus financiadores y después para los ciudadanos.
Equo no acepta donaciones de empresas ni solicita créditos bancarios y, por tanto, mantiene intacta su independencia.
- Apertura y democracia interna.
Internamente, Equo cuenta con la eQuomunidad, o red social para simpatizantes y afiliados, donde por ej. se elabora de forma colaborativa el programa político.
De cara a la sociedad, las primarias abiertas permiten elegir los candidatos y candidatas a las elecciones, permiten «diseñar el menú», en contraposición a «comer el plato del día».
Por todo ello, participo y soy afiliado de Equo. Votar cada cuatro años no es suficiente. O haces política, o te la hacen.